jueves, 16 de abril de 2015

BARROCO


LITERATURA PREROMANTICA

CARACTERÍSTICAS GENERALES

Que España fuera una delas bases de la Contrarreforma católica, la lucha de los jesuitas españoles en Trento para defender la indiscutibilidad del dogma y el poder de la Iglesia marcarían las más notorias características de nuestro barroco:


La temática plástica tendrá un definido carácter religioso.


El arte será utilizado como argumento convincente del poder católico.


El arte se dirigirá antes a la sensación que a la razón.
Pero, además, hay otras singularidades que lo diferencian de los otros barrocos, especialmente la gran originalidad, pues desde el mudejar no había alcanzado España una tan clara definición de su propio yo. Son entre otras estas:

Nunca un estilo alcanzó tan hondas y prolongadas resonancias en la plástica popular.

La rica poolicromía de la escultura o el atormentado movimiento de las figuras están sustentadas por una imagen patética o desgarradamente dramática.


La pobreza de materiales, pues pese a que se levantan magnificas edificaciones, el ladrillo es mucho más frecuente que la piedra y el marmol.

En cuanto a la escultura, la madera, de honda tradición castellana, se empleará casi en exclusiva. Incluso para las grandes máquinas de las arquitecturas-esculturas de los retablos que inundarán todas las iglesias coetáneas o anteriores.

Tras la época de austeridad del Escorial, el barroco parece dispararse a modo de fuegos de artificio en mil innovaciones llenas de fantasia creadora.

Una enorme variedad, ya que cada autor es un estilo distinto, lo que hace difícil, y a veces imposible, una clara agrupación por escuelas.

PRINCIPALES MANIFESTACIONES

ARQUITECTURA


En arquitectura el barroco español mantendrá los esquemas fundamentales del edificio, sobre los que diseñará toda la fantasía ornamental. Uno de los primeros arquitectos que se despega de la austeridad escurialense es Juan Gómez de Mora, que hace la portada del Convento de la Encarnación de Madrid, dentro de un gran purismo, la Clerecía de Salamanca, prototipo de barroco equilibrado, y en Madrid traza la Plaza Mayor y el Ayuntamiento, de recuerdo claramente herreriano. De esta época corresponden también el panteón del Escorial, obra de Juan Bautista Crespo, y la Sacristía del Monasterio de Guadalupe, en la que destaca la mezcla de abundante decoración con la severidad de las líneas, de autor desconocido.



José de Churriguera rompe todos los moldes establecidos y alcanza la auténtica libertad expresiva hasta el punto que después se ha denominado churrigueresco a todo el arte barroco que se caracterice por la multiplicidad de ornatos y descoyuntamiento de los elementos tradicionales. Pero José no fue el único Churriguera; él pertenece a toda una generación que llenan la geografía española de sus obras.
Narciso Tomé es padre de otro grupo de arquitectos decoradores. Es violentamente barroco y es quien mejor sabe expresar el nuevo lenguaje espacial que propone el barroco italiano. Su obra más importante es el Transparente en la girola de la Catedral de Toledo. Nunca antes se había utilizado en España el barroco con tanta vehemencia; las tres artes plásticas quedan integradas en un solo lenguaje expresivo.


ESCULTURA

El signo que caracterizó a las artes figurativas españolas fue, ante todo, el realismo. La temática quedó fijada por quien es casi único cliente: la Iglesia. Pero ante los retablos de pura arquitectura clásica se alzan, ahora, retablos libres en los que la escultura aparecerá exenta y rara vez en bajorrelieves. El menor papel que la escultura ocupa en los retablos viene compensado por la proliferación progresiva de esculturas independientes. En cuanto a los materiales, en general se talla en madera, la cual después se policroma. Esta policromía viene a reforzar el profundo sentido realista que no consiste en copiar la realidad, sino en hacer eterno lo efímero.

La escultura en la Corte apenas atrae el interés de los escultores, por ello la estatuaria oficial apenas existe y sólo cabe citar las estatuas ecuestres de Felipe III en la Plaza Mayor de Madrid y la de Felipe IV, en la Plaza de Oriente.

La escultura en la Corte se divide en dos grandes escuelas:


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PINTURA

Características:


Ausencia de rasgos, que fueron habituales y definidores, especialmente en Italia, durante el Renacimiento: lo heroico, los tamaños superiores al natural, las glorias corales de los fresquistas italianos. Predomina una cierta intimidad y un sabor de humanidad poco o nada teatral. En resumen, se prefiere un equilibrado naturalismo y se opta por la composición sencilla.


Predominio de la temática religiosa. La expresión del sentimiento religioso se ve ayudada por elementos tales como el éxtasis, la mirada dirigida al cielo, el movimiento de la composición.

División de los pintores barrocos en función de la ubicación geográfica de sus centros de trabajo, y así se habla de la escuela valenciana o sevillana o madrileña. Sin embargo tal clasificación es insuficiente fundamentalmente por dos motivos: no puede dar razón de las grandes diferencias que se observan entre pintores de la misma escuela y no explica tampoco de modo satisfactorio la evolución pictórica que va desde el Manierismo hasta la decadencia del propio barroco.

Debido a este último rasgo creemos más conveniente la simple enumeración de los principales pintores del siglo:


Música y literatura  
     En el ámbito musical, el barroco constituyó un período  de singular enriquecimiento y renovación de las pautas  musicales, que sentaría las bases a partir de las cuales  se desarrollaron las corrientes posteriores. La creación  de algunos recursos técnicos favoreció la génesis de  tres de las composiciones básicas de la música de la  época: la ópera, la cantata y el oratorio. Entre tales  elementos innovadores se hallaban la monodia, canto  de una sola voz con acompañamiento de instrumentos,  el bajo continuo, ritmo de fondo mantenido e  interpretado generalmente al clavicémbalo, y el  recitativo, declamación musical de los textos. 

miércoles, 15 de abril de 2015

LITERATURA COLOMBIANA
Las lenguas indígenas mesoamericanas se hablan en un área del nuevo Mundo aborigen que incluye México central y del sur, Guatemala, Belice, El Salvador y partes de Honduras y Nicaragua. Aunque han florecido varios centros de civilización en estas zonas que se pueden fechar en el año 1000 antes de Cristo y antes de la conquista de México en 1519, la zona de Meso-américa tiene una historia cultural de aproximadamente 2500 años. Para poder tratar las lenguas de la zona de meso-América hay que establecer sus relaciones genéticas y su distribución geográfica. Ahí algunas lenguas tratadas como mesoamericanas no son habladas en Meso américa propiamente pero forman familias lingüísticas que son habladas allí.
                                                                                     
Se hablan unos 70 idiomas indígenas en Meso-américa hoy en día con 7.500.000 hablantes. Cuando los españoles conquistaron México en 1519 puede que hubiera unos 20.000.000 habitantes en Meso-américa. A los 10 años de la conquista, la población india había descendido un 80% como resultado de la guerra, enfermedad, trabajos forzados y la hambruna. Desde entonces la población indígena había regresado a un nivel más alto, pero varias lenguas han llegado a extinguirse. Las lenguas mesoamericanas con un mayor grupo de hablantes a mediados del siglo XX son:

Azteca 1.200.000

Yucateca 600.000

Quiche-zutujil-caciqueo 1.200.000

Mam 450.000

Kekchi 375.000

Zapotec 400.000

Otomi 450.000

El estudio de las lenguas mesoamericanas comenzó durante los siglos XVI y XVII. Algunos misionero dominicanos y Franciscanos se dedicaron al estudio de las lenguas nativas para que los sacerdotes pudieran tratar de materias religiosas con los indígenas monolingües. Escribieron gramáticas siguiendo un modelo latino, hicieron ortografías aplicando valores usados en el español o el latín, a veces tuvieron que inventar nuevas letras, hicieron diccionarios, generalmente vocabularios o glosarios, y tradujeron los textos Cristianos a los lenguajes indígenas. Esta colección de datos sirvió a los sucesores de los primeros misioneros. Durante el siglo XVIII el momento de tales trabajos descendió y después de la independencia de México en la primera mitad del siglo XIX, los clérigos españoles se marcharon dejando más trabajo sobre las lenguas indígenas para los viajeros y los estudiosos, la mayoría de esa gente no estaba muy cualificada para tal tarea.

Las técnicas modernas para la descripción de las lenguas no se aplicaron a los lenguajes mesoamericanos hasta que los norteamericanos volcaron su atención a esta zona en los años 1930 y 1940. Desde entonces mucho trabajo lingüístico profesional ha sido hecho sobre estas lenguas, especialmente en las de México, así cada idioma de Meso américa ha sido estudiado por un lingüista, pero el tiempo pasado en el nivel de la competencia lingüística de las investigaciones ha variado mucho. Para la mayoría de las lenguas los datos gramaticales y léxicos han sido recopilados, muchos de los cuales están sin publicar, en un número de gramáticas y diccionarios aunque ninguno de ellos es exhaustivo o definitivo. Las historias populares han sido coleccionadas en un pequeño número de lenguas, las ortografías basadas en el español han sido elaboradas para la mayoría de las lenguas mesoamericanas en el siglo XX, pero no hay muchos textos escritos en estas. En definitiva, aún queda mucho trabajo por hacer.